Vivir con significado es en realidad una combinación de varias cosas. Es, en un sentido, tu dedicación a algún propósito o meta. Pero es también, tu sentido de apreciación y dedicación al aquí y ahora. Y finalmente, es darse cuenta de que tu lugar en el mundo, tu significado, es algo que debes crear tú mismo.
Demasiada gente vive sin razón en absoluto. Buscan hacer más y más dinero, o buscan ser famosos, o ser poderosos, y más allá de que obtengan estos objetivos o no, se encuentran con que sus vidas están vacías y no tienen significado. Esto es porque tienen medios y fines confundidos – dinero, fama y poder son cosas que la gente busca para hacer lo que vale la pena hacer.
¿Qué Cosas Valen La Pena Hacer?
Esa decisión depende de tí. Yo he elegido dedicar mi vida a llevar vida sana, tener una educación, plantearme metar, luchar por mis sueños etc. Otros buscan curar enfermedades, explorar el espacio, criar una familia, diseñar autos, u obtener iluminación.
Si no decides qué vale la pena hacer, alguien lo decidirá por tí, y en algún punto de tu vida te darás cuenta de que no has hecho absolutamente nada de lo que vale la pena hacer. Así que invierte un poco de tiempo, hoy, pensando sobre lo que vale la pena hacer. Puedes cambiar de opinión mañana. Pero comienza, por lo menos, a direccionarte hacia algún lado.
Segundo, a veces pensado como ‘vivir el momento’. Es esencialmente entender que controlas tus pensamientos. Tus pensamientos no tienen poder sobre tí; lo único que importa es el momento presente. Si piensas sobre algo – alguna esperanza, algún fracaso, algún miedo – ese pensamiento no puede lastimarte, y tú mismo eliges si vas a confiar en ese pensamiento o no.
Otro aspecto es el siguiente: lo que estás haciendo en este momento es lo que más quieres hacer. Ahora puede que pienses, “De ninguna manera! Preferiría estar en ….!” Pero si realmente quisieras estar en …., estarías allí. La razón por la cual no lo estás es porque has elegido otras prioridades en tu vida – a tu familia, tu trabajo, tu bienestar lo cual quiere decir que al fin y al cabo fue lo que TU elegiste y eso es lo importante.
Cuando te das cuenta de que tienes el poder de elegir lo que estás haciendo, te das cuenta de que tienes el poder de elegir las consecuencias. Lo que significa que las consecuencias – hasta consecuencias malas – son, en su mayoría, una cuestión de elección.